martes, 2 de noviembre de 2010

¿Volverán a vivir los republicanos otra noche gloriosa como en 1994? (III) Gobernadores

Mientras esperamos los primeros resultados, acabamos nuestra serie sobre las "mid-terms" comentando las elecciones a gobernador, que se celebran hoy también en buena parte de Estados Unidos (37 de los 50 Estados, en concreto).

Al contrario que en las elecciones al Senado, donde las posibilidades de ganar algún escaño para los demócratas son mínimas, en las elecciones a gobernador los demócratas tienen aseguradas algunas victorias (especialmente porque varios Estados liberales tienen gobernadores republicanos salientes). Por supuesto, dichas victorias quedarán ampliamente compensadas porque hay muchos Estados conservadores con gobernadores demócratas salientes, y porque la crisis económica se llevará por delante a varios gobernadores demócratas.

El punto de partida es 26 gobernadores demócratas y 24 republicanos (o 23 si no contamos Florida). Éste es el terreno de juego:

2010 Gubernatorial Election Map.svg

En azul oscuro, Estados en los que un gobernador demócrata se presenta a la reelección (7)

En azul claro, Estados en los que un gobernador demócrata ha agotado sus dos mandatos, o bien se ha retirado (Wisconsin, Nueva York, p.ej.) (12)

En rojo oscuro, Estados en los que un gobernador republicano se presenta a la reelección (6)

En rojo claro, Estados en los que un gobernador republicano ha agotado sus dos mandatos, se ha retirado (Minnesota, Vermont, Connecticut), o ha perdido sus primarias -Nevada- (11).

En verde, Florida, donde nominalmente el gobernador saliente (Charlie Crist, que se presenta al Senado) es independiente, aunque fue elegido como republicano hace cuatro años.

Como se puede ver, una vez más, el terreno de juego estaba en principio muy igualado (19 gobernadurías demócratas, 18 republicanas). En la práctica, como ya hemos anticipado, los republicanos van a ganar muchas más gobernadurías hasta ahora en manos demócratas que viceversa. Veamos una vez más las elecciones más disputadas:

Generated Map

- En azul oscuro: las mansiones estatales que los republicanos no van a tener problema alguno en renovar, bien porque su candidato se presenta a la reelección (Arizona, Alaska, Texas, entre otros muchos ejemplos), bien porque el nuevo candidato republicano va a conseguir la victoria al igual que su predecesor (Carolina del Sur o Nevada, donde el gobernador saliente, Jim Gibbons, fue derrotado en las primarias republicanas por su conducta escandalosa)

- En rojo oscuro: las pocas mansiones estatales que los demócratas renovarán  sin demasiados apuros, bien por la popularidad de su gobernador (Arkansas, New Hampshire), del candidato a gobernador (Nueva York) o por la división del voto entre el candidato republicano y un independiente (Colorado, Massachusetts).

- En azul claro, las gobernadurías que los demócratas perderán con seguridad a manos de los republicanos. Éste el número mínimo, doce, y son los siguientes, de Oeste a Este:

1) Wyoming: aquí la retirada del gobernador demócrata, Dave Freudenthal, que sorprendentemente llevaba gobernando y con gran popularidad desde 2002 uno de los o tres Estados más conservadores del país, ha dejado el camino allanado para una victoria republicana.

2) Nuevo Mexico: una rara candidata hispana republicana, Susana Martinez, se ha aprovechado de la impopularidad del gobernador saliente, Bill Richardson, y ha conseguido endosársela a su vicegobernardora, Diane Denish. ¿Resultado? Una cómoda victoria republicana en el Estado con más hispanos del país.

3) Oklahoma: similar a Wyoming. El gobernador demócrata, Brad Henry, no podía presentarse a la reelección, y en un año tan republicano en un Estado muy republicano, los demócratas no tenían posibilidades.

4) Kansas: ver Oklahoma.

5) Tennessee: ver Kansas

6) Iowa: el gobernador demócrata, Chet Culver, se va a ver derrotado por Terry Branstad, que ya fue gobernador del Estado entre 1982 y 1998. Branstad, un republicano moderado donde los haya, gobernará Iowa durante los próximos cuatro años (y probablemente ocho, a poco que las cosas le vayan bien).

7) Wisconsin: un gobernador demócrata saliente impopular, una crisis económica que se ha cebado especialmente en el Medio Oeste son suficientes para que Wisconsin cambie de manos, pese a que el candidato demócrata, el alcalde de Milwaukee, es un hombre excepcionalmente decente (sufre lesiones irreversibles en un brazo porque se lanzó a proteger a una mujer maltratada).

8) Illinois: el lamentable escándalo Blagojevich ha sido un lastre muy fuerte para la marca demócrata en el Estado de Obama. Si a ello le unimos que el candidato demócrata para el Senado, como ya dijimos en su momento, es más bien flojo, la victoria republicana parece razonablemente segura.

9), 10) y 11) Michigan, Ohio, Pennsylvania: tres Estados muy similares del Medio Oeste, a los que la crisis ha golpeado con especial severidad. Con gobernadores salientes demócratas muy impopulares (el que menos, Strickland, de Ohio, es el único que se puede presentar a la reelección) y con buenos candidatos republicanos (el de Pennsylvania, por ejemplo, es el Fiscal General), este trío de Estados junto con Wisconsin e Illinois serán la gran noticia de la noche para los republicanos.

12) Maine es un caso especial. El candidato republicano, un Tea Partier, es claramente demasiado conservador para el Estado. Afortunadamente para él, los demócratas se ven perjudicados por la presencia de varios independientes de centro e izquierda que les restarán votos y entregarán la mansión gubernamental al Partido Republicano.

- En fucsia hallamos los escaños que los demócratas ganarán, en principio, salvo que las encuestas se hayan quedado cortas (cinco), y el caso especial de Rhode Island, en verde oscuro. Una vez más, de Oeste a Este:

1) Hawaii: el Estado natal de Obama le dará una de las pocas alegrías a los demócratas en esta Noche Triste, al sustituir a la gobernadora republicana saliente por Neil Abercrombie, excongresista de 72 años que quería acabar su carrera política gobernando su Estado y probablemente lo logrará

2) California: el premio más gordo de la noche, curiosamente, caerá en manos de los demócratas. Jerry Brown, fiscal general, que ya fue gobernador entre 1974 y 1982, también ha decidido acabar su carrera política gobernando su Estado y ni siquiera el enloquecido gasto de su rival republicana, Meg Whitman (¡150 millones de dólares!) ha podido superar la impopularidad del gobernador republicano saliente ("Terminator", cuya carrera política acaba aquí), y el sesgo cada vez más demócrata del Estado.

3) Minnesota: Tim Pawlenty renunció a presentarse a un tercer mandato para preparar su asalto a la Casa Blanca durante los dos próximos años, y entregó así la mansión del gobernador a Mark Dayton, un exSenador demócrata bastante mediocre que se ha visto favorecido por la presencia de un candidato independiente que le ha quitado más votos al candidato republicano que a él.

4) y 5) Vermont y Connecticut: dos Estados liberales de la costa Este cuyos gobernadores republicanos sorprendentemente decidieron no presentarse a la reelección y que, pese al sesgo antidemócrata del año, pasarán probablemente (las encuestas, especialmente en Connecticut, no son del todo claras) a manos demócratas.

6) Rhode Island: ¿que sería de Estados Unidos sin un gobernador independiente? El de este ciclo electoral será el de Rhode Island, en el que la situación es peculiarísima: el candidato demócrata, Frank Caprio, fue tentado por los republicanos para que se presentara por sus filas, y cuando Obama se negó a apoyarle hace un par de semanas, dijo literalmente que se podía meter su apoyo "por donde le cupiera". Lógicamente, los  muchos demócratas de Rhode Island no están contentos con su candidato, por lo que se han dirigido hacia el candidato independiente, que no es otro que Lincoln Chafee, exsenador republicano entre 1999 y 2006, pero que ahora es el candidato más a la izquierda del trío que se presenta a las urnas (lo que no es sorprendente, puesto que Chafee fue el último republicano liberal en el Senado de Estados Unidos; votó en contra de la guerra de Irak en 2003 y de la nominación de Samuel Alito al Tribunal Supremo en 2006). Así pues, una mansión gubernamental que perderán los republicanos pero no ganarán los demócratas.

Por último, y en verde claro, he dejado Florida, dado que las encuestas muestran una carrera de auténtica "foto-finish" entre la candidata demócrata (Alex Sink) y el candidato republicano (Rick Scott). Si los demócratas ganan California y Florida, la noche electoral, aunque amarga, se endulzaría un tanto (aunque la pérdida de los cinco Estados del Medio Oeste será un golpe durísimo, se mire como se mire).

P.D.- Para quien quiera saber a partir de qué hora habrá resultados fiables, aquí le dejo este excelente resumen preparado por el gran Charlie Cook. A partir de las tres de la mañana hora española tendremos los primeros resultados oficiales definitivos en Florida, Indiana y Kentucky.

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